sábado, 14 de diciembre de 2013

LA VIDA DESPUÉS DE UN ICTUS: VOLUNTAD Y PORQUE HAGO LO QUE HAGO

Copyright © Luis Perea 2013. Todos los derechos reservados. Cualquier copia, duplicación o uso del contenido de este artículo está prohibido salvo autorización previa del autor.



Cuando era pequeño, quería ser médico. Me apasionaba verlos con su bata blanca, capaces de solucionar “problemas de verdad”. Los idolatraba, los veía seguros, sabios, conocedores de trucos que bajo la mirada de un niño se me antojaban impresionantes. Por suerte, -y digo bien, por suerte-, nací prematuro, a los seis meses, enfermizo, raquítico, con un peso de escasos 700gr, flaco, pequeño y frágil. Digo por suerte porque mi hermana Mónica enseguida se dio cuenta que el deporte y la actividad física podían obrar maravillas en mi cuerpo y en mi mente y decidió apuntarme a hacer Karate, algo que fue el principio de todo y que jamás podré agradecerle lo suficiente.
Y de eso han pasado ya 43 años en los que no he parado de entrenar, de enfrentarme a las adversidades sudando, haciendo pesas, corriendo, nadando, yendo en bici, cruzando desiertos, haciendo maratones, haciendo Karate, y aprendiendo los entresijos que la actividad física y los efectos metabólicos de toda esa actividad causaban en mi interior. Pero sobretodo me lo he pasado, y me lo sigo pasando genial entrenando y aprendiendo día tras día.




Los médicos me entusiasmaban, deseaba algún día poder tomar parte en la salud de las personas, influir en sus vidas, solucionar, sanar…  Poco a poco, me di cuenta que mi vida ligada al deporte, a la actividad física, al entrenamiento y una nutrición sana me estaba dotando de unas herramientas tan potentes y efectivas como el conocimiento médico, y empecé a formarme en las razones del porque las cosas ocurren dentro del cuerpo. Mas adelante, descubrí que eso es tan importante y tan vital como lo que ocurre dentro de la mente.

La voluntad y la motivación me han fallado tan pocas veces que puedo contarlas con los dedos de una mano, cierto es que la actividad física ha sido para mi como comer o dormir, algo intrínsicamente ligado a mi vida y a lo que soy como deportista y como ser humano. Y es precisamente la voluntad de lo que quiero hablaros. Voluntad para mejorar, voluntad para conquistar, pero por encima de todo voluntad para cambiar.

Pasan los años, y te das cuenta de golpe, por sorpresa, que la vida al final te enseña lecciones valiosas con respecto a todo lo que tienes el valor de hacer o con respecto a todo lo que no supiste o no pudiste hacer a tiempo. Ese rasero nos mide a todos por igual, y no entiende de edades ni de posiciones sociales.




En mi caso, lo que me frenó, lo que me hizo ampliar mi visión, lo que me enseñó en definitiva la gran verdad de las pequeñas cosas fue sufrir un infarto cerebral. Lo describí aquí en su momento, y hoy, pasados ya casi dos meses desde el “Día mundial del Ictus” (29 de octubre), y pasados casi cinco años desde el accidente cerebro-vascular, no puedo mas que sentirme afortunado ya que no puedo hablar de secuelas pero si puedo hablar de prevención y de eso que considero tan importante: la voluntad. Víctima del estrés, de la hiperactividad, de la obsesión por formarme y formar a otros, del “entrenamiento pase lo que pase”, perdí foco, perdí objetividad y perdí sobretodo la capacidad y la voluntad de cuidarme de verdad. Y ese día, mas que cualquier otro en toda mi vida, me di cuenta que no podía cuidar de la salud de nadie si yo mismo no podía cuidar de mi propia salud. Pero algo tengo claro: lo que me salvó fue posiblemente la genética o la ciencia, pero el deporte tuvo muchísimo que ver.

Mi corazón está con todos aquellos que por desgracia sufrieron los mismos momentos de terror que yo sentí y lamentablemente han arrastrado secuelas importantes y deben hoy por hoy vivir una vida muy diferente a la que vivían. Pero hoy, me interesas tu que lees esto. Puedo hablarte desde la experiencia como deportista, puedo hablarte desde la experiencia de quien ha escuchado a un médico decirme: “es posible que tengas dificultades para andar y seguramente para hablar el resto de tu vida”, pero sobretodo puedo hablarte sobre la importancia de crear un entorno NO compatible con la enfermedad y con no tentar a la suerte…, a la mala suerte. Esa que sin darnos cuenta, nos vigila por la espalda esperando que bajemos la guardia.



Hoy, mis secuelas son casi inexistentes y tan nimias que sería una falta de respeto hacia las personas que no han tenido la misma suerte extenderme en ello. Simplemente no existen. Pero hay una secuela importante con la que he entablado uno lazo de amistad que espero que dure toda la vida: he aprendido que la verdadera salud pasa por tener la voluntad de antecederte a los problemas de verdad. Y para eso hace falta VOLUNTAD.

Hoy, en un sector como el del Fitness, veo diariamente como se multiplican los profesionales -algunos de ellos estupendos-, que se especializan en biomecánica, en cadenas musculares, en entrenamiento analítico, en activación muscular… y es gratificante observar como las nuevas generaciones, esas que seguirán trabajando cuando seguramente el que escribe estas líneas ya no exista, están convirtiendo este sector es un colectivo que sabe mas, que no entrena por mitos infundados, sino que estudia, se forma y antepone la ciencia a las creencias establecidas -erróneamente- como ciertas. Pero observo también que la obesidad no deja de aumentar, que cada vez hay mas Ictus, que la gente pierde las riendas de su vida y me pregunto si tal vez no deberíamos pensar más en como influir de manera positiva en la voluntad de las personas con el único fin de transmitirles eso que nosotros sabemos y que vivimos diariamente en nuestros cuerpos y en nuestra mente. En definitiva: que la actividad física puede salvarte la vida.

Como persona que siente y vive la salud como un activo que hay que mantener, creo que todos y cada uno de nosotros deberíamos cultivar nuestra capacidad de hacer lo idóneo en el momento oportuno. Simplemente para que nuestras “luces rojas” no se enciendan… y si lo hacen, que se encuentren con el entorno menos compatible posible con la enfermedad. Como profesional en cambio, creo firmemente que los profesionales de la Actividad Física y la Salud deberíamos trabajar mas en prevención. Y no me refiero a prevención de lesiones, sino a prevención de patologías que hacen tándem con conceptos mas vinculados a la parte emocional de nuestros pacientes y clientes, su capacidad de transformar la intención en hechos y la motivación en salud. De poco nos sirve aprender fisiología, biomecánica etc. si solo podemos transmitir nuestros conocimientos a ese 40% de la población que de forma voluntaria ya hace ejercicio.




La sociedad actual está padeciendo una de las oleadas mas grandes de patologías prevenibles de la historia: cada seis minutos hay un Ictus en España, y es actualmente la primera causa de mortalidad en mujeres y la segunda en hombres. Se estima además que un tercio de los pacientes con ictus fallecen por esta causa y que el 40 por ciento sufre una discapacidad que les imposibilita valerse por sí mismos. Su aparición provoca más incapacidad y muertes prematuras que el Alzheimer y los accidentes de tráfico juntos.

Factores como la hipertensión y el tabaquismo, son cruciales para elevar la palabra prevención a su máximo exponente, sin embargo, son muy pocos los Entrenadores Personales que evalúan la presión arterial de sus clientes y menos todavía los que gestionan el hábito del tabaquismo mediante estrategias de choque paralelas a los programas de entrenamiento. En este sentido, uno de los primeros programas que puse en marcha en Clínica Planas fue el programa Antitabaco de la mano del neumólogo Dr. Josep Morera, quien además nos explica muy claramente aquí los riesgos del tabaquismo y mas allá de loa famosos e-cigarrillos.

Para todo ello, los profesionales de la Actividad Física debemos darnos de la mano, primero de los médicos, y paralelamente de un estilo de vida saludable y consecuente con lo que intentamos transmitir…




Luis Perea

8 comentarios:

  1. Muy bueno Luis, estoy seguro que mucha gente al leer tu articulo tomara conciencia de lo valiosa que es la prevención y del incalculable valor de la actividad física en nuetra vida, como siempre tu blog es impecable, un saludo.

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  2. Acbo de leer tu articulo sobre el ictus, el karate, sobre aquellas pequeñas cosas del as que habla Serrat, y me he emocionado, muchas gracias Luis, espero verte por Andalucia pronto,un abrazo muy fuerte.

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  3. Mil gracias Angelo! para mi esas "pequeñas cosas" son también que personas como tu lean mis artículos y valoren tan positivamente mi humilde granito de arena... Gracias por tus comentarios y un abrazo!

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  4. Hola acabé de leer el artículo, algo similar me ocurrió, a diferencia de tí yo tengo unas secuelas un tanto visibles que a pesar de ellas no me frenan, mas sin embargo, yo practico y deseo practicar mucho mas el full contact pero honestamente creo k en algo estoy fallando y pues quiero trabajarlo, si pudieramos contactarnos sería muy grato y de gran ayuda, Buenas noches!

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    1. Hola Luiggi. Si te parece contáctame por correo electrónico. Un abrazo. luispereabcn@gmail.com

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  5. Gracias Luis por este gran relato,yo sufrí un ictus el 12-3-2016,hoy 14 meses después soy totalmente independiente y estoy seguro que el deporte que hice durante mi vida(soy Runner popular),me ayudó a recuperarme

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  6. Antonio López Fernández,en Youtube..... quironsalud Pontevedra.... vídeo.dia mundial del daño cerebral relato mi experiencia

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  7. Gracias Luis por este gran relato,yo sufrí un ictus el 12-3-2016,hoy 14 meses después soy totalmente independiente y estoy seguro que el deporte que hice durante mi vida(soy Runner popular),me ayudó a recuperarme

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