jueves, 27 de noviembre de 2014

EL ESOTERISMO LLEGA A LA ELECTROESTIMULACIÓN (o cosas que no deberíamos hacer)

Copyright © Luis Perea 2014. Todos los derechos reservados. Cualquier copia, duplicación o uso del contenido de este artículo está prohibido salvo autorización previa del autor.



Con la llegada de la EMS o Electroestimulación Corporal Global al sector de la Salud y el Fitness he constatado que la “inventiva” sin fundamento y la inexistente o escasa formación campan alegremente por nuestros centros: no dejo de ver fotos de entrenamientos extrañísimos e incluso he visto a entrenadores estirando a sus clientes en el suelo para realizar ejercicios “abdominales” o de glúteos… también he llegado a ver entrenamientos de 20’ seguidos en el programa de fuerza… sin comentarios... tal vez convendría repasar algunos aspectos fundamentales como los conceptos de “torque” y “palanca” y desempolvar cuatro principios generales de fisiología del ejercicio. 

No es mi intención sin embargo generar un debate sobre el tema. Siento si algún profesional se da por aludido, pero creo que es de recibo hablar sobre el tema en pro de la salud de nuestros clientes y pacientes. Por ora parte es sano buscar el punto en el que las diversas opiniones se encuentren.

Dicho esto es importante destacar que es muy distinto desde mi punto de vista el realizar un entrenamiento con un electroestimulador localizado (tipo Compex por ejemplo) a realizarlo con un sistema de electroestimulación global: la demanda energética es mayor y diferente y el estímulo neuromotor es completamente distinto.

Matizo y lo hago con mayúsculas, que el uso de EMS me parece absolutamente SEGURO siempre y cuando se tengan en cuenta varios aspectos básicos de fisiología y se tengan muy en cuenta dos puntos básicos 

1: No añadir más riesgo que beneficio.
2: Aplicar el sentido común.

El debate de EMS si, EMS no, es desde mi punto de vista estéril y no entraré en ese juego. Muchos serán los profesionales de la Salud y el Fitness que opinen que el entrenamiento “convencional” es mejor o en cualquier caso suficiente. Desde mi punto de vista, yo, que trato principalmente con paciente clínico, este tipo de “entrenamiento” NO es la panacea, pero el solo hecho de producir una carga o pulso suficiente mediante el cual reclutar axones motores o sensitivos y llegar a la contracción muscular en pacientes con zonas en completa denervación nerviosa ya me da argumentos para considerar la EMS como un aliado, ya que eso me da pie a “lanzarme” a otros propósitos y objetivos.


Que la EMS genera respuestas y adaptaciones neurales es algo que no debería generar debate ni discusión puesto que hay numerosa bibliografía al respecto: (Eijsbouts XH, Hopman MT, Skinner JS. Effect of electrical stimulation of leg muscles on physiologicalresponses during arm-cranking exercise in healthy men. Eur J Appl Physiol Occup Physiol 1997).
(Matheson GOM, Dunlop RJ, McKenzie DC, Smith CF, Allen PS. Force output and energy metabolism during neuromuscular electrical stimulation: a 31 P-NMR Study. Scand J Rehab Med 1997).

… y decenas de estudios más…

En algunos se han determinado incrementos en los patrones de equilibrio y en la fuerza máxima isométrica de los flexores plantares de hasta un 15%, así como un aumento en el porcentaje de activación muscular (5%) tras cuatro semanas de entrenamiento, ambos porcentajes medidos mediante electromiografía. (Maffiuleti, et al. / Gondin, et al.)

Nuevamente hago hincapié en defender el sistema de entrenamiento mediante EMS o electroestimulación corporal global siempre y cuando sea guiado por un profesional suficientemente formado y matizando que es un sistema de entrenamiento muy útil y muy seguro pero ni es el único sistema de entrenamiento ni es un sistema que pueda ser guiado por cualquier indocumentado.


Sobre el aumento de los niveles de CPK sanguínea:

La CPK es una enzima. Es decir, un vigilante que tiene que estar presente en las reacciones químicas para que se produzca la conversión de creatina (un nutriente muscular) y los músculos generen movimiento.

Considero que la EMS es un método muy útil, pero hay que tener muy presente que se trata de un sistema capaz de alterar enormemente los valores de CPK (creatina-fosfoquinasa) en sangre hasta niveles a los que no llegaríamos a no ser a que sometiéramos al cliente o paciente a entrenos (para muchos de ellos muy por encima de su ratio máximo de riesgo-beneficio) similares a correr 10 o 20km a alta intensidad y estos valores pueden permanecer alterados incluso durante 7 días. 


La pregunta es: ¿estos valores aumentan también durante el ejercicio convencional? La respuesta es SI, de hecho en corredores de fondo se han llegado a medir valores 10 veces por encima de lo normal (Dra. Martín Escudero/Asignatura de Biopatología). Sin embargo lo grave de esto es que aumentar 10 veces los valores normales de CPK (CK)-MM: creatinquinasa (CK)3), en una persona sedentaria o no deportista es peligroso, máxime cuando el pico máximo es en torno a las 12-24h e indica un daño muscular desmesurado y a todas luces superior a la propia capacidad de adaptación del organismo. (Chinnery PF. Muscle diseases. In: Goldman L, Schafer AI, eds. Cecil Medicine. 24th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2011:chap 429.)

Se trataría básicamente de un sobre-entrenamiento de tipo “simpático”, que se manifiesta en ocasiones con taquicardia, ansiedad, nerviosismo, irritabilidad, agotamiento etc. y que tiene repercusiones importantes sobre el sistema inmunológico, generando en muchas ocasiones una depresión inmunológica grave debido al excesivo aumento del cortisol sérico: una hormona relacionada con situaciones de tensión y catabolismo.

Esta “depresión inmunológica” da respuesta a las Infecciones recurrentes especialmente del tracto respiratorio superior que suelen aparecer tras los entrenamientos de excesiva intensidad en sujetos poco entrenados. Esta es la razón principal del porque NO realizar las dos o incluso tres primeras sesiones mas allá de los 10 minutos o bien realizarlas a intensidades muy moderadas. Otra cosa es que aspectos comerciales o económicos nos exijan “vender” un tiempo y un importe, pero eso poco tiene que ver con la salud. A todo ello se suma que los incrementos en la CPK generan una alteración de la capacidad de los músculos para aportar glutamina, un aminoácido fundamental en la multiplicación de los linfocitos (glóbulos blancos). 


Cuando los aumentos en la CPK son especialmente elevados, se ha descrito también una alarmante disminución de la fagocitosis (destrucción de agentes extraños al organismo) por disminución de  neutrófilos que predispone a infecciones virales, disminución de eosinófilos y de las respuestas mitógenas (capacidad de multiplicación de linfocitos).

Es especialmente importante destacar que aquellas mujeres que estén en el periodo NO deben realizar entrenamientos de EEM a alta intensidad, puesto que se observa también una disminución de la hemoglobina sérica, el hierro y la ferritina (relacionados con el transporte de oxigeno a los tejidos). Y también es importante destacar que todos estos eventos fisiológicos ocurren tras los entrenamientos de muy alta intensidad, sin embargo la llegada de la electroestimulación corporal global nos ha permitido por una parte hacer llegar a nuestros clientes la “alta intensidad” de una forma sencilla y práctica pero también la “excesiva inensidad”. El profesional es por tanto el filtro que debería evaluar “cuando” es demasiado y cuando es suficiente. No olvidemos que sin un cierto estrés no existe adaptación.

Llegados a este punto la pregunta es: 

¿Cómo se consigue aumentar los niveles de CPK de esta manera tan desmesurada?

Respuesta:

1. Excediéndonos en las intensidades de”contracción”, generalmente expresadas en hertzios.

2. Acortando excesivamente los tiempos de pausa entre impulsos.

3. Realizando entrenamientos-sesiones de “fuerza” de excesiva duración (más de 20min).

4. Realizando entrenamientos de fuerza sin realizar pausas de “capilarización” a baja intensidad intercaladas durante la sesión de entrenamiento.


Sobre realizar entrenamientos “combinados” TRX + electroestimulación etc:

Al comienzo de este artículo he nombrado el “sentido común” como un aspecto básico a tener en cuenta a la hora de entrenar a nuestros clientes o tratar a nuestros pacientes. Sin embargo, viendo por una parte que algunos de los actuales aparatos existentes en el mercado incorporan videos y programas donde el entrenamiento de fuerza por defecto dura 20 minutos y observando también que la “inventiva irreflexiva” lleva a algunos entrenadores incluso a combinar cosas tan dispares como el TRX o incluso la plataforma vibratoria junto con el “traje electroestimulador”, me lleva a pensar que los conocimientos en neurofisiología quedan relegados a un segundo plano dando paso a entrenamientos incoherentes que quedan muy bien en el Youtube pero sin sentido alguno en sus objetivos prácticos. 

Desconozco el objetivo de este tipo de entrenamientos, pero es una certeza que existen numerosos estudios que expresan claramente que ese “cacao” neuromotor no solo no produce ningún beneficio sino que incluso puede generar inhibiciones en los patrones propioceptivos articulares.

(Seger JY, Thorstensson A. Electrically evoked eccentric and concentric torque-velocity relationships in human knee extensor muscles. Acta Physiol Sacand 2000;169:63-9)
(Amiridis IG, et al. Co-activation and tension-regulating phenomena during isokinetic knee extension in sedentary and highly skilled humans. Europen Journal Appied Physiology 1996;73:149-56.)

Cierto es que en el ámbito de la fisioterapia se emplea la contracción voluntaria de forma combinada con la electroestimulación (por ejemplo del cuádriceps) buscando el mayor reclutamiento de fibras, el máximo estímulo de unidades motoras y la reeducación del sistema neuromuscular en presencia de un mensaje sobre el sistema nervioso central. Pero se trata NO de un electrodo sino de varios, con una localización máxima y con un movimiento analítico definido y por tanto con un mensaje nervioso mucho más preciso y concreto. Desde mi punto de vista “presuponer” unos beneficios es dejar la salud en manos del esoterismo, máxime cuando los estudios al respecto son inexistentes.


Sobre el tema de combinar electroestimulación corporal global con TRX -por ejemplo-, solo haré un breve apunte mas por no extenderme en un aspecto que creo que cae por su propio peso: 

Cuando aplicamos un estímulo eléctrico, los iones negativos se unen a las cargas positivas en la superficie polarizada de la membrana celular. Bajo el efecto de este estímulo eléctrico, las fibras nerviosas y musculares se excitan y modifican bruscamente su potencial de reposo, por difusión de iones Na+ hacia el interior de la membrana celular, produciendo un potencial de acción que se transmite a lo largo de la misma y sin acción sinérgica con los músculos circundantes, es decir: la cronaxia en mínima o casi inexistente. 

En las células nerviosas el potencial de membrana cambia según el tipo de motoneuronas: fibras musculares fásicas o fibras musculares tónicas. Se trata de conceptos complejos, pero al final la conclusión es que el potencial de acción motora del estímulo eléctrico supera casi siempre el umbral de acción voluntaria pues una vez abiertos los canales de sodio la respuesta del músculo será siempre máxima en función de la intensidad y de su propia capacidad de acción motora o contráctil. Se trata de un camino fácil y de un mecanismo que si bien puede resultar beneficioso en la búsqueda de la inervación nerviosa del músculo y del reclutamiento de unidades motoras, no discrimina en motoneuronas de tipo Aα2 o Aα1.

Sin embargo, cuando se realiza una contracción voluntaria la activación de las unidades motoras sigue un patrón fijo basado en el tamaño de las motoneuronas. Las primeras en despolarizarse son  motoneuronas Aα2 de menor diámetro (fibras musculares fásicas), que inervan las fibras de tipo I, Mientras que las motoneuronas Aα1 de mayor diámetro que inervan las fibras de tipo II , se activan cuando se solicita mayor intensidad en la contracción.

Esto confirma que en la contracción voluntaria en primer lugar se reclutan las fibras de tipo I y a medida que se incrementa la intensidad del ejercicio se van reclutando las fibras de tipo II (Enoka, 1995) y (Guyton). Por el contrario, este patrón parece ser que no se reproduce cuando aplicamos estimulación eléctrica, ya que se despolarizan ambas y con mayor facilidad las de mayor diámetro (Enoka,1988). Por tanto la EMS parece ser muy útil en la ganancia de fuerza y no ha demostrado utilidad alguna en la ganancia de la eficiencia motora mas allá de la propia derivada de la mejora en la contracción muscular.

Sobre realizar entrenamientos de fuerza durante 20’ de forma ininterrumpida:

De nuevo lanzo una nueva pregunta: ¿Realizaríamos una serie de Press Banca durante 20’ de forma ininterrumpida?, la respuesta es NO. De hecho, habría que entender el funcionamiento básico de una contracción junto con algunos argumentos de índole nerviosa para expresar este punto: para que exista una contracción DEBE existir glucógeno disponible. En el caso del uso de los trajes electroestimuladores, el aumento de la intensidad del ejercicio lleva consigo un aumento de la producción de catecolaminas, de esta manera el ritmo de la glucogénesis aumenta significativamente. De hecho, los niveles de glucemia aumentan al unísono con los niveles de glucagón, adrenalina, noradrenalina y cortisol, pero esta producción y liberación tiene DOS hándicaps importantes:

1. Cuanto más musculado esté el sujeto, tanto más consumo realizará y antes declinarán las reservas existentes.

2. La mera liberación de glucosa en sangre no garantiza que exista suficiente cantidad como para que el músculo vea satisfechas sus demandas de energía puesto que la glucosa no solo debe ser enviada a las células musculares sino que debe ser CAPTADA por ellas y para ello necesitamos suficiente cantidad de insulina. 



Sin embargo cuando nos encontramos con un sujeto de gran masa muscular hay dos hechos innegables: 

A. Su musculatura acumula más glucógeno pero también consume más cantidad y más deprisa.

B. Su páncreas seguramente trabaja de forma más eficiente, pero sigue siendo de un tamaño aproximado al de una persona “normal”.

Sea como fuere, persona musculada o no, sedentario o deportista realizar entrenamientos de fuerza más allá de los 20 minutos es una barbaridad y es necesario intercalar “pausas” o bien intercalar series de ejercicio “suave” en programas como el de capilarización por ejemplo, no solamente para ir permitiendo la liberación de glucosa sino también porque de no haber descanso, aparte del riesgo físico-estructural, existe un riesgo metabólico importante derivado del metabolismo “incompleto” de la glucosa: en la glucólisis anaeróbica la molécula de glucosa se ha dividido en dos y el LACTATO es la expresión metabólica de cada una de estas dos partes. 

En el caso poco probable de que nuestro cliente no esté sintiendo los primeros síntomas de una hipoglucemia, el organismo va a intentar aprovechar esta molécula de tres átomos de carbono, bien para utilizarlo como sustrato precursor de la glucosa y por tanto del glucógeno o bien para obtener los restos de energía de sus enlaces. Finalmente este lactato será utilizado:

1. Será reutilizado como factor gluconeogénico

2. Será oxidado en el propio músculo

3. Será captado en los riñones y en el hígado para el ciclo de Cori


Un exceso de lactato producirá en primera instancia una acidificación orgánica y en segundo lugar puede dar lugar a una acidosis láctica que puede ser más o menos grave. En cualquier caso debemos tener especial cuidado con clientes diabéticos, clientes que consuman exceso de alcohol o bien con aquellos que consumen drogas o antidepresivos. 

Cuando el daño muscular es elevado aparecen también importantes alteraciones electrolíticas: la entrada de sodio y calcio intracelulares y salida de otros iones, puede desencadenar un cuadro de hiperpotasemia, hiperuricemia, hiperfosfatemia, hipocalcemia… finalmente el peor cuadro existente acabaría en una rabdomiolisis o un fallo renal agudo. 

¿Ocurriría todo esto en un cliente mediante ejercicio convencional?: SI, pero habría de ser llevado a límites difícilmente alcanzables y a los que únicamente se acercan sujetos muy entrenados en pruebas de ultrafondo y resistencia, pero con una diferencia importante: su organismo está entrenado para ello. 

En otro artículo me extenderé más profundamente en estos aspectos y en especial, en los mecanismos patogénicos implicados en el desarrollo del fallo renal agudo con respecto al ejercicio físico de alta intensidad.


Sobre el tema de colocar al paciente en posición horizontal o decúbito supino:

La principal pregunta es: ¿Para qué? Sabiendo que la estimulación del músculo es SIEMPRE transversal con respecto a la sección del vientre muscular y SIEMPRE de intensidad superior a la propia inducida de forma voluntaria, ¿Cuál es el propósito de estirar al cliente o paciente?, ¿Dónde está la ventaja?, la respuesta es: NINGUNA. 

Cualquier palanca, brazo de potencia (b2) o brazo de resistencia (b1), se ve supeditada a la posición de la articulación, en cualquier caso dada que la estimulación es SIEMPRE transversal en relación a la posición del electrodo sobre el vientre muscular es necesario apuntar que TU MÚSCULO NO SABE EN QUE PLANO SE ENCUENTRA, con lo cual se contraerá de igual forma esté en un plano vertical u horizontal. 



La afirmación de: “yo localizo mejor el músculo cuando intento contraerlo” no se sostiene en términos fisiológicos ni neuromotores por todo lo expuesto anteriormente, pero es que además añadimos un riesgo potencial y -lo que está mal sigue estando mal- generemos daño o no.

En este sentido apuntar que si bien es cierto que la eficacia de la contracción isométrica depende de la posición de trabajo (Bender y Kaplan, 1963; Gardner, 1963; Linch, 1979; Meyers, 1967; Raitsin, 1974), la postura de brazos en flexión y semi-squatt cuando va variando en ángulo y recorrido ya cumple con creces este objetivo.

A. Peligro en pacientes con sobrepeso

El ejercicio en decúbito supino genera en clientes con sobrepeso o con exceso de grasa intrabdominal un efecto hemodinámico similar al “síndrome de vena cava inferior” que padecen algunas mujeres embarazadas. Esto genera un proceso llamado hipotensión y reduce de forma muy significativa el retorno venoso pudiendo disminuir el diámetro y la luz de la aorta y la vena cava inferior lo que aumenta las concentraciones de CO2 en todo el organismo y reduce la tensión arterial hasta valores por debajo de los 80-60 mmHg lo que puede desembocar el mareos, desvanecimientos etc.

B. Peligro de hipotensión ortostática e hipovolemia

El trabajo de EMS en el plano horizontal de forma combinada (tren superior + tren inferior),  desplaza una cantidad enorme de sangre al tren inferior (grandes grupos musculares), por tanto los efectos hemodinámicos compensatorios son, en ocasiones, a todas luces insuficientes dada la gran intensidad de las contracciones y la gran demanda de sangre durante el ejercicio de estos grupos musculares. Esto puede generar una hipovolemia, es decir: cuando el volumen sanguíneo circulante desciende a tal punto que el corazón se vuelve incapaz de bombear suficiente sangre al cerebro. (Vanderthommen M, Depresseux JC, Dauchat L, Degueldre C, Croisier JL, Crielaard JM. Blood flow variation in human muscle during electrically stimulated exercise bouts. Arch Phys Med Rehabil. 2002; 83(7): 936-941).

Cierto es que casi siempre, esta hipovolemia no es muy acentuada y no trae mayores consecuencias, pero dado que estirar al cliente NO AÑADE VENTAJA ALGUNA, soy de la opinión de no colocarle en posturas absurdas que no generan ningún “valor añadido”.


Es la llamada “hipovolemia por secuestro”. Es importante destacar que este “secuestro” se produce SIEMPRE, sin embargo tanto el corazón ENTRENADO del deportista habitual como las adaptaciones vasculares y la vasoconstricción compensadora del sistema circulatorio inferior (gracias a la acción beneficiosa de pequeñas cantidades de catecolaminas) hacen que en condiciones habituales los problemas no vayan a mayores, pero LO QUE ESTÁ MAL, ESTÁ MAL independientemente de la gravedad de la consecuencia.

Lo más común sin embargo es choque por hipotensión ostostática al colocar de pié al cliente. Va acompañada siempre de una disminución de la presión sistólica manteniendo la presión diastólica y es mucho más frecuente en personas que toman antidepresivos, ansiolíticos o fármacos antidiabéticos. Hay además una regla básica: si tu cliente mide más de 1,85, NO lo estires en el suelo. Nuevamente apunto que NO AÑADIMOS ventaja alguna, solo riesgos, por lo que es una técnica absolutamente superflua e innecesaria y repito lo expuesto anteriormente: TU MÚSCULO NO SABE EN QUE PLANO SE ENCUENTRA.



Luis Perea






1 comentario:

  1. Buena información.

    Es cierto que la electroestimulación aporta beneficios y complementa enormemente el ejercicio, pero SIEMPRE debe usarse con precaucion y conociendo todos los inconvenientes y contraindicaciones. No es un sustitutivo per se del deporte, debe aplicarse con conocimiento de causa, teniendo una buena ideal de lo que es, del programa a usar y del propio límite de resistencia al dolor o resistencia muscular... entre otros. Incluso así, es también tener, como decís, sentido común. Si se aplica bien y bajo supervisión de un especialista o con suficiente información, la electroestimulacion ayuda o complementa a la hora de conseguir los objetivos físicos.

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