Durante el entrenamiento intermitente, la frecuencia cardíaca no es un índice que en todo momento esta relacionado con la situación metabólica del organismo en los periodos de recuperación, es más, tampoco con el rendimiento, si bien es actualmente y junto con una prueba de esfuerzo, el mejor parámetro para controlar nuestros entrenamientos. En este artículo quiero apuntar un dato que a la mayoría de fisiólogos y deportistas en general nos lleva de cabeza: la recuperación post-series.
El índice de recuperación está influenciado en gran medida por el tipo de recuperación, en el sentido de que sea activa o pasiva. Desde el punto de vista metabólico, se produce una recuperación mucho más rápida si esta es activa, mientras que la frecuencia cardíaca se mantiene en
unos, niveles mas elevados que cuando la recuperación es pasiva. Es decir cuando nosotros debemos realizar unas series (entrenamiento fraccionado o interválico) en donde alternamos periodos de trabajo intenso con periodos de recuperación, podemos utilizar la frecuencia cardíaca como referencia de recuperación y señal de que estamos en condiciones de comenzar un nuevo tiempo de trabajo intenso. Aquí os dejo un estupendo estudio para comparar los niveles de recuperación en diferentes umbrales.
En este artículo, queda claro que la importancia del "índice de recuperación" es sumamente importante, muy en contra de la creencia popular de corredores y triatletas que dejan sus entrenamientos en manos de la "percepción personal" y en "guiarse por sensaciones", lo cual no es malo, es más: la adaptación a la distancia se consigue escuchando el cuerpo e identificando cada sensación y esto es independiente de las cifras que muestre tu pulsómetro, pero tanto la correcta planificación de un buen programa de entrenamiento como la correcta recuperación exige que manejemos algunos datos más que solo las percepciones subjetivas que en cualquier caso estarán condicionadas por decenas de factores anímicos. No obstante, si bien los parámetros de recuperación post-entreno son muy importantes, los parámetros de recuperación post-series, por ejemplo, siguen creando controversia y el deportista por lo general acaba por guiarse por percepciones personales, con lo que estoy absolutamente de acuerdo.
Lo que queda claro es que el tiempo necesario para que las pulsaciones desciendan al nivel deseado durante una serie por ejemplo, (puede ser de 120 pul/min) va a ser muy diferente si realizamos una recuperación pasiva (no hacemos nada, no pedaleamos y la velocidad desplazamiento desciende progresivamente, pudiendo llegar incluso a pararnos en la que rápidamente descienden las pulsaciones al nivel requerido, en comparación a una recuperación activa (seguimos pedaleando aunque sea menor intensidad de la que manteníamos en el periodo de trabajo) y tardaremos mucho más tiempo para que bajen las pulsaciones a la cifra deseada.
Sin embargo a nivel metabólico la evolución de la recuperación no es igual que la que sigue la frecuencia cardiaca en estos casos, con lo que debemos tenerlo muy en cuenta a la hora del entrenamiento, ya que de lo contrario puede suceder que estemos realizando tiempos de recuperación excesivamente cortos (cuando utilizamos recuperaciones pasivas), o por el contrario tiempos de recuperación excesivamente largos (cuando utilizamos recuperaciones activas).
De hecho, si observamos la mayoría de gráficos y pruebas de esfuerzo con ponderancia al lactato observaremos que cuando realizamos una recuperación pasiva la frecuencia cardíaca cae "en picado" en las personas entrenadas como es el caso de los ciclistas, pero vemos que el aclaramiento del lactato (la disminución de su concentración en sangre) es mas lento en relación a la frecuencia cardíaca... no obstante en el caso de la recuperación activa, vemos cómo la frecuencia cardíaca se mantiene en un nivel relativamente elevado durante todo el período, lo que nos haría pensar en que no termina de recuperarse el deportista, pero si nos fijamos en la evolución de las concentraciones de lactato nos damos cuenta que la recuperación al cabo de 6 - 10 min del final del ejercicio es más rápida en este caso, por lo que encontramos concentraciones de lactato más bajas que en el caso de la recuperación pasiva.
Pero no acaba ahí el temita... este hecho suele ser significativamente diferente si hablamos de ciclistas de carretera o de montaña. El ciclista de MTB suele recuperar sus niveles óptimos tanto de FC como de concentración de lactato mucho mas rápidamente que el ciclista de carretera en series de alta intensidad y corta duración que el ciclista de carretera. Sin embargo este hecho varía de forma absolutamente aleatoria en atletas "multideporte" que combinan ambas especialidades. Al final, lo que observamos es que el pulsómetro es un buen aliado para evaluar nuestra recuperación tras las sesiones de trabajo y periodos de entrenamiento, pero cuando hablamos de entrenamiento de "calidad" y series ni la frecuencia cardíaca ni el índice de concentración de lactato en sangre suelen ser un buen indicador, con lo que "guiarse por sensaciones" parece ser la mejor opción.
Luis Perea
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