Cuando
era pequeño, quería ser médico. Me apasionaba verlos con su bata blanca,
capaces de solucionar “problemas de verdad”. Los idolatraba, los veía seguros,
sabios, conocedores de trucos que bajo la mirada de un niño se me antojaban
impresionantes. Por suerte, -y digo bien, por suerte-, nací prematuro, a los
seis meses, enfermizo, raquítico, con un peso de escasos 700gr, flaco, pequeño
y frágil. Digo por suerte porque mi hermana Mónica enseguida se dio cuenta que
el deporte y la actividad física podían obrar maravillas en mi cuerpo y en mi
mente y decidió apuntarme a hacer Karate, algo que fue el principio de todo y
que jamás podré agradecerle lo suficiente.
Y de eso han pasado ya 43 años en
los que no he parado de entrenar, de enfrentarme a las adversidades sudando,
haciendo pesas, corriendo, nadando, yendo en bici, cruzando desiertos, haciendo
maratones, haciendo Karate, y aprendiendo los entresijos que la actividad
física y los efectos metabólicos de toda esa actividad causaban en mi interior.
Pero sobretodo me lo he pasado, y me lo sigo pasando genial entrenando y
aprendiendo día tras día.
Los
médicos me entusiasmaban, deseaba algún día poder tomar parte en la salud de
las personas, influir en sus vidas, solucionar, sanar… Poco a poco, me di cuenta que mi vida ligada
al deporte, a la actividad física, al entrenamiento y una nutrición sana me
estaba dotando de unas herramientas tan potentes y efectivas como el
conocimiento médico, y empecé a formarme en las razones del porque las cosas
ocurren dentro del cuerpo. Mas adelante, descubrí que eso es tan importante y
tan vital como lo que ocurre dentro de la mente.
La
voluntad y la motivación me han fallado tan pocas veces que puedo contarlas con
los dedos de una mano, cierto es que la actividad física ha sido para mi como
comer o dormir, algo intrínsicamente ligado a mi vida y a lo que soy como
deportista y como ser humano. Y es precisamente la voluntad de lo que quiero
hablaros. Voluntad para mejorar, voluntad para conquistar, pero por encima de
todo voluntad para cambiar.
Pasan
los años, y te das cuenta de golpe, por sorpresa, que la vida al final te
enseña lecciones valiosas con respecto a todo lo que tienes el valor de hacer o
con respecto a todo lo que no supiste o no pudiste hacer a tiempo. Ese rasero
nos mide a todos por igual, y no entiende de edades ni de posiciones sociales.
En
mi caso, lo que me frenó, lo que me hizo ampliar mi visión, lo que me enseñó en
definitiva la gran verdad de las pequeñas cosas fue sufrir un infarto cerebral.
Lo describí aquí en su momento, y hoy, pasados ya casi dos meses desde el “Día
mundial del Ictus” (29 de octubre), y pasados casi cinco años desde el
accidente cerebro-vascular, no puedo mas que sentirme afortunado ya que no
puedo hablar de secuelas pero si puedo hablar de prevención y de eso que
considero tan importante: la voluntad. Víctima del estrés, de la
hiperactividad, de la obsesión por formarme y formar a otros, del
“entrenamiento pase lo que pase”, perdí foco, perdí objetividad y perdí
sobretodo la capacidad y la voluntad de cuidarme de verdad. Y ese día, mas que
cualquier otro en toda mi vida, me di cuenta que no podía cuidar de la salud de
nadie si yo mismo no podía cuidar de mi propia salud. Pero algo tengo claro: lo
que me salvó fue posiblemente la genética o la ciencia, pero el deporte tuvo
muchísimo que ver.
Mi
corazón está con todos aquellos que por desgracia sufrieron los mismos momentos de
terror que yo sentí y lamentablemente han arrastrado secuelas importantes y
deben hoy por hoy vivir una vida muy diferente a la que vivían. Pero hoy, me
interesas tu que lees esto. Puedo hablarte desde la experiencia como
deportista, puedo hablarte desde la experiencia de quien ha escuchado a un
médico decirme: “es posible que tengas dificultades para andar y seguramente
para hablar el resto de tu vida”, pero sobretodo puedo hablarte sobre la
importancia de crear un entorno NO compatible con la enfermedad y con no tentar
a la suerte…, a la mala suerte. Esa que sin darnos cuenta, nos vigila por la
espalda esperando que bajemos la guardia.
Hoy,
mis secuelas son casi inexistentes y tan nimias que sería una falta de respeto hacia
las personas que no han tenido la misma suerte extenderme en ello. Simplemente
no existen. Pero hay una secuela importante con la que he entablado uno lazo de
amistad que espero que dure toda la vida: he aprendido que la verdadera salud
pasa por tener la voluntad de antecederte a los problemas de verdad. Y para eso
hace falta VOLUNTAD.
Hoy,
en un sector como el del Fitness, veo diariamente como se multiplican los
profesionales -algunos de ellos estupendos-, que se especializan en
biomecánica, en cadenas musculares, en entrenamiento analítico, en activación
muscular… y es gratificante observar como las nuevas generaciones, esas que
seguirán trabajando cuando seguramente el que escribe estas líneas ya no
exista, están convirtiendo este sector es un colectivo que sabe mas, que no
entrena por mitos infundados, sino que estudia, se forma y antepone la ciencia
a las creencias establecidas -erróneamente- como ciertas. Pero observo también
que la obesidad no deja de aumentar, que cada vez hay mas Ictus, que la gente
pierde las riendas de su vida y me pregunto si tal vez no deberíamos pensar más
en como influir de manera positiva en la voluntad de las personas con el único
fin de transmitirles eso que nosotros sabemos y que vivimos diariamente en
nuestros cuerpos y en nuestra mente. En definitiva: que la actividad física
puede salvarte la vida.
Como
persona que siente y vive la salud como un activo que hay que mantener, creo
que todos y cada uno de nosotros deberíamos cultivar nuestra capacidad de hacer
lo idóneo en el momento oportuno. Simplemente para que nuestras “luces rojas”
no se enciendan… y si lo hacen, que se encuentren con el entorno menos
compatible posible con la enfermedad. Como profesional en cambio, creo
firmemente que los profesionales de la Actividad Física
y la Salud
deberíamos trabajar mas en prevención. Y no me refiero a prevención de
lesiones, sino a prevención de patologías que hacen tándem con conceptos mas
vinculados a la parte emocional de nuestros pacientes y clientes, su capacidad
de transformar la intención en hechos y la motivación en salud. De poco nos
sirve aprender fisiología, biomecánica etc. si solo podemos transmitir nuestros
conocimientos a ese 40% de la población que de forma voluntaria ya hace
ejercicio.
La
sociedad actual está padeciendo una de las oleadas mas grandes de patologías
prevenibles de la historia: cada seis minutos hay un Ictus en España, y es
actualmente la primera causa de mortalidad en mujeres y la segunda en hombres.
Se estima además que un tercio de los pacientes con ictus fallecen por esta
causa y que el 40 por ciento sufre una discapacidad que les imposibilita
valerse por sí mismos. Su aparición provoca más incapacidad y muertes
prematuras que el Alzheimer y los accidentes de tráfico juntos.
Factores
como la hipertensión y el tabaquismo, son cruciales para elevar la palabra
prevención a su máximo exponente, sin embargo, son muy pocos los Entrenadores
Personales que evalúan la presión arterial de sus clientes y menos todavía los
que gestionan el hábito del tabaquismo mediante estrategias de choque paralelas
a los programas de entrenamiento. En este sentido, uno de los primeros
programas que puse en marcha en Clínica Planas fue el programa Antitabaco de la
mano del neumólogo Dr. Josep Morera, quien además nos explica muy claramente
aquí los riesgos del tabaquismo y mas allá de loa famosos e-cigarrillos.
Para
todo ello, los profesionales de la Actividad
Física debemos darnos de la mano, primero de los médicos, y
paralelamente de un estilo de vida saludable y consecuente con lo que
intentamos transmitir…
Luis
Perea
Muy bueno Luis, estoy seguro que mucha gente al leer tu articulo tomara conciencia de lo valiosa que es la prevención y del incalculable valor de la actividad física en nuetra vida, como siempre tu blog es impecable, un saludo.
ResponderEliminarAcbo de leer tu articulo sobre el ictus, el karate, sobre aquellas pequeñas cosas del as que habla Serrat, y me he emocionado, muchas gracias Luis, espero verte por Andalucia pronto,un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarMil gracias Angelo! para mi esas "pequeñas cosas" son también que personas como tu lean mis artículos y valoren tan positivamente mi humilde granito de arena... Gracias por tus comentarios y un abrazo!
ResponderEliminarHola acabé de leer el artículo, algo similar me ocurrió, a diferencia de tí yo tengo unas secuelas un tanto visibles que a pesar de ellas no me frenan, mas sin embargo, yo practico y deseo practicar mucho mas el full contact pero honestamente creo k en algo estoy fallando y pues quiero trabajarlo, si pudieramos contactarnos sería muy grato y de gran ayuda, Buenas noches!
ResponderEliminarHola Luiggi. Si te parece contáctame por correo electrónico. Un abrazo. luispereabcn@gmail.com
EliminarGracias Luis por este gran relato,yo sufrí un ictus el 12-3-2016,hoy 14 meses después soy totalmente independiente y estoy seguro que el deporte que hice durante mi vida(soy Runner popular),me ayudó a recuperarme
ResponderEliminarAntonio López Fernández,en Youtube..... quironsalud Pontevedra.... vídeo.dia mundial del daño cerebral relato mi experiencia
ResponderEliminarGracias Luis por este gran relato,yo sufrí un ictus el 12-3-2016,hoy 14 meses después soy totalmente independiente y estoy seguro que el deporte que hice durante mi vida(soy Runner popular),me ayudó a recuperarme
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